NEUROCIENCIAS – Desigualdad de Género

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NEUROCIENCIAS – Desigualdad de Género

La Desigualdad de Género

Impactos en la Salud Cerebral de las Mujeres del Sur Global

Por Rita Marissa Giovani

La desigualdad de género es un fenómeno que afecta a la sociedad de manera profunda, y su impacto se ve reflejado especialmente en las mujeres, especialmente en el sur global. En este contexto, las mujeres no solo enfrentan desafíos sociales y económicos, sino que también están más expuestas a una serie de riesgos para su salud cerebral, como el deterioro cognitivo y la demencia. En este artículo, exploramos cómo la biología vinculada al sexo, las disparidades de género y los sesgos en la investigación médica afectan la salud cerebral de las mujeres en el sur global, y cómo estos factores interactúan para influir en su bienestar a largo plazo.

Desigualdad de Género: Un Problema Estructural

La desigualdad de género ha existido a lo largo de la historia, y sigue siendo una realidad en muchos países del sur global. Esta disparidad se manifiesta en diversas formas, incluyendo la discriminación laboral, la falta de acceso a la educación, la violencia de género, y las barreras para acceder a servicios de salud adecuados. Si bien todos estos factores afectan la calidad de vida de las mujeres, el impacto en su salud cerebral es particularmente preocupante, ya que las mujeres no solo enfrentan los efectos negativos de la discriminación social y económica, sino que además se ven afectadas por la interacción de factores biológicos y ambientales que ponen en riesgo su salud cognitiva.

Biología del Sexo y la Salud Cerebral

Los estudios han demostrado que la biología del sexo desempeña un papel importante en la forma en que las mujeres y los hombres experimentan y responden a diversas enfermedades, incluida la salud cerebral. La estructura cerebral, los niveles hormonales y la genética pueden influir en el riesgo de sufrir condiciones neurológicas como el deterioro cognitivo y la demencia. Por ejemplo, se sabe que las mujeres tienen una mayor probabilidad de desarrollar Alzheimer que los hombres, y esta diferencia está vinculada tanto a factores biológicos como a los efectos de la edad y las hormonas, como los cambios hormonales durante la menopausia.

Exposomas Diferenciales y su Impacto en la Salud Cerebral

El exposoma es un concepto que se refiere al conjunto de factores ambientales que influyen en la salud de una persona a lo largo de su vida. Estos factores incluyen la dieta, la exposición a contaminantes, el estrés, los comportamientos de salud y otros elementos que afectan la salud de manera directa o indirecta. En el caso de las mujeres en el sur global, los exposomas diferenciales pueden incluir factores como la exposición a la violencia doméstica, las cargas laborales desproporcionadas y la falta de acceso a servicios de salud de calidad. Estas experiencias pueden contribuir significativamente al riesgo de desarrollar enfermedades cerebrales, exacerbando las desigualdades que ya enfrentan las mujeres en estas regiones.

Comportamientos de Salud y Barreras de Género

El comportamiento de salud también juega un papel crucial en la salud cerebral de las mujeres. En muchos contextos del sur global, las mujeres pueden tener menos acceso a la información y los recursos necesarios para adoptar conductas saludables, como una dieta balanceada, la práctica de ejercicio o la prevención de enfermedades. Además, las mujeres pueden verse afectadas por barreras sociales y culturales que limitan su capacidad para cuidar de su salud mental y física. Los estigmas relacionados con la salud mental, por ejemplo, pueden hacer que las mujeres no busquen ayuda cuando experimentan síntomas de deterioro cognitivo, lo que aumenta el riesgo de que estas condiciones progresen sin intervención.

Sesgos de Género en la Investigación Médica

Uno de los aspectos más críticos que afecta la salud cerebral de las mujeres es el sesgo de género en la investigación médica. A lo largo de los años, la mayoría de los estudios sobre enfermedades cerebrales, incluidos el Alzheimer y otros trastornos cognitivos, han incluido principalmente a hombres, lo que ha dejado de lado las experiencias y necesidades específicas de las mujeres. Esto ha llevado a una falta de conocimiento sobre cómo las enfermedades cerebrales afectan de manera diferente a las mujeres y ha limitado la eficacia de los tratamientos diseñados para ellas.

Los sesgos en la investigación también pueden influir en la forma en que se diagnostican y tratan las enfermedades cerebrales en las mujeres. Por ejemplo, los síntomas del Alzheimer pueden presentarse de manera diferente en las mujeres, pero los profesionales de la salud pueden no reconocer estas diferencias debido a la falta de capacitación en el enfoque de género. Este tipo de sesgo contribuye a que las mujeres no reciban un diagnóstico adecuado y, por lo tanto, no se beneficien de intervenciones tempranas.

El Alzheimer y Otras Enfermedades Cerebrales: Un Caso de Estudio

El Alzheimer es uno de los ejemplos más claros de cómo los factores de riesgo específicos del sexo y las barreras de género se entrelazan para afectar la salud cerebral de las mujeres. Las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de desarrollar Alzheimer, y las razones detrás de esta disparidad son complejas. Se ha sugerido que los factores hormonales, como la disminución de los estrógenos durante la menopausia, pueden jugar un papel importante, pero también influyen otros factores sociales y culturales, como la falta de apoyo social y el estrés crónico.

El Alzheimer no es la única condición neurológica que afecta desproporcionadamente a las mujeres. Otras enfermedades, como la depresión y la ansiedad, también tienen una prevalencia más alta entre las mujeres, y ambas están estrechamente relacionadas con la salud cerebral. Estas condiciones pueden contribuir al deterioro cognitivo a lo largo del tiempo, lo que pone a las mujeres en riesgo de desarrollar enfermedades más graves en la vejez.

Abogando por la Integración de Consideraciones de Sexo/Género en la Investigación y la Práctica Clínica

Para abordar las disparidades de género en la salud cerebral, es fundamental integrar consideraciones de sexo y género en la investigación biomédica, las políticas de salud pública y la práctica clínica. Incluir estos factores en los estudios científicos permitirá una comprensión más profunda de las diferencias en la salud cerebral entre hombres y mujeres y garantizará que los tratamientos y las intervenciones sean más efectivos y adecuados para cada género.

Además, es necesario promover la participación activa de las mujeres en la investigación, lo que permitirá que sus experiencias y necesidades específicas sean reconocidas y tomadas en cuenta. Las estrategias de salud cerebral deben ser adaptadas para abordar las disparidades de género, y esto solo puede lograrse a través de la colaboración entre investigadores, profesionales de la salud y las comunidades afectadas.

El Marco de Participación del Paciente y el Público

Un enfoque prometedor para mejorar la salud cerebral de las mujeres es el uso del marco de participación del paciente y del público. Este enfoque implica la colaboración activa de los pacientes y sus familias en el diseño, implementación y evaluación de las intervenciones de salud. Al involucrar a las mujeres en el proceso de toma de decisiones, se pueden desarrollar estrategias de salud más personalizadas y culturalmente apropiadas, que tengan en cuenta las realidades de las mujeres en el sur global.

La participación del público también puede ayudar a cambiar las actitudes hacia la salud cerebral de las mujeres, promoviendo una mayor conciencia y reduciendo el estigma asociado con las enfermedades mentales y el deterioro cognitivo. Al empoderar a las mujeres y sus comunidades, se pueden lograr intervenciones más efectivas que mejoren la salud cerebral a largo plazo.

La desigualdad de género y las disparidades en la salud cerebral están profundamente interconectadas, especialmente en el sur global, donde las mujeres enfrentan obstáculos únicos en el acceso a la atención médica y la información. La integración de consideraciones de sexo y género en la investigación, la política y la práctica clínica es esencial para mejorar la salud cerebral de las mujeres y reducir las tasas de deterioro cognitivo y demencia. Abogar por un enfoque basado en la participación del paciente y del público es clave para desarrollar estrategias de salud efectivas y adaptadas a las necesidades locales. Solo a través de un enfoque holístico y equitativo se podrán lograr avances significativos en la salud cerebral de las mujeres en el sur global.

Fuente: Baez, S., Castro-Aldrete, L., Britton, G.B. et al. Enhancing brain health in the global south through a sex and gender lens. Nat. Mental Health 2, 1308–1317 (2024). https://doi.org/10.1038/s44220-024-00339-6

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